Una mañana en un centro comercial me detuve para comprar pescado. Cogí número para la cola, el 57, y esperé pacientemente mi turno. Estaba decidido a preparar un arroz marinero, así pues, compré un kilo de morralla. En ese momento caí en la cuenta del cruel destino de los peces desahuciados, de aquellos especímenes menos aventajados por su sabor, apariencia o tamaño: acababan todos en un cajón intitulado “Morralla”, al precio de 6,60 euros el kilo. Tal era el precio de su muerte y de su condición. Un par de jureles, cintas, un congrio, algunos cangrejos, doncellas, galeras y poco más, constituyeron mi exigua compra, una pequeña porción de la captura más paria de algún barco pesquero.
Poco después decidí que tales descartes merecían un mejor trato, así que me propuse iniciar una serie fotográfica inspirada en su desdichado infortunio. Sus más aventajados y escasos congéneres, besugos, rapes, atunes y doradas, acaban engordando la fortuna y las barrigas de adinerados comensales, mientras toneladas de desahuciados solo sirven para caldo, fondos y migajas para gaviotas. Cumplida su función, acaban convertidos en comida para gatos o, las más veces, en nuestros cubos de basura. Más tarde, como los ríos, vuelven al mar tras pasar por el desagüe, el vertedero y la depuradora, viendo como sus maltrechas raspas se transforman en hediondas soluciones acuosas pretendidamente inocuas que los devuelven a su origen.
Así nació y se desarrollará este breve ensayo fotográfico que estará compuesto de varias series y cuyo horizonte final no acierto a señalar. Esta primera serie que presento parcialmente lleva por título "Las Vergüenzas del Hombre".
De algún modo, pretendo poner sobre la mesa mi visión sobre algunos de los graves problemas que asolan nuestros océanos como son la sobrexplotación, la contaminación, la proliferación de especies invasoras y la amenaza global de extinción masiva de miles de especies, algo sin precedentes en la historia de la tierra por su origen: la huella del hombre. El crimen ecológico se consuma sin pasión. Su precio, el del exterminio, es de solo 6,60 euros el kilo. Es el “EXTERMINIO: 6,60”.
Además la serie ha obtenido un diploma y seis aceptaciones finalistas en concursos internacionales celebrados en Serbia y Grecia.
"La Madonna del Pecce"
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