Durante la estancia del equipo de S.O.S Paisajes de Mar en la isla de Tabarca para debatir en torno a las próximas acciones del proyecto pude disfrutar de momentos inolvidables. Días intensos y con un frío galopante no impidieron gozar del paisaje, de la cámara y de los amigos. La quietud de la isla aporta las condiciones en las que me siento más cómodo para fotografiar. Es en la soledad, frente al escenario inconmesurable donde me libero de las ataduras y la tensión por obtener una buena imagen retrocede. Entonces, paulatinamente, las cosas ocurren.
La Punta Falcó, en el extremo este de la isla constituye el que probablemente sea el entorno con más riqueza paisajística. Tras caminar por el campo entre paleras y matorrales espinosos llegamos a la Torre de San José. Apenas unos metros después nos sorprende el pequeño cementerio de la isla, el último hito constructivo antes de llegar a Punta Falcó. Desde este extremo se divisa en primer término un islote con una cruz en su parte más alta y al fondo el islote de La Nao.
Esta es la selección final de las imágenes que más me agradan.
Gracias a todo el equipo de Paisajes de Mar por su compañía y amistad.
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